El Loco
El arcano mayor «El Loco» es por dónde iniciamos nuestra aventura por los arcanos mayores. Tiene como número el 0, y en la doctrina ocultista corresponde a la letra hebrea Aleph (א) que significa buey (el que ara la tierra, preparándola para la semilla). Es una clave anti-depresiva pues corresponde a la energia vital, al aliento de vida, la fuerza libidinal.
Una persona con una corona de laurel y una pluma de águila, mirada alta, está prestes a tirarse de un abismo con su fiel compañero perro mientras sostiene su equipaje con una mano y una rosa blanca con la otra. Su ropa es ornamentada con muchos detalles. Un sol blanco ilumina toda la carta, color amarillo. Montañas moradas claro, grisosas, con nieve, se ven al fondo.
Vamos a desmenuzar esta carta. Empecemos por los colores. El blanco por lo general es pureza, el amarillo lo consciente, lo solar, el rojo la voluntad. El negro, lo oculto, lo oscuro, la ignorancia. El verde, la naturaleza, la fertilidad. Sigamos con el equipaje del loco, su la rosa y su ornamentada ropa llena de detalles en los que vale la pena profundizar.
El loco tiene no solo la mirada alta, si no también una corona de laurel: es victorioso. Una pluma de aguila ornamenta su corona, águila que se evidencia en su equipaje -símbolo además de escorpio, las aguas profundas, que conecta esta clave con la clave La Muerte -13- nun (נ)- que significa pez, semilla o continuidad y un ojo que nos mira. El águila corresponde al elemento agua, elemento de las emociones, afectos, sentimientos y lo subconsciente. En su mochila el loco lleva todo aquello que necesita en su viaje, así como todos nosotros tenemos todo lo que necesitamos para nuestro viaje espiritual en el yo profundo. Es un equipaje que se le hace leve, que pareciera no pesarle más que el peso de la mismísima pluma que lleva en su cabeza. La rosa blanca es símbolo del deseo purificado. La ropa del Loco tiene 7 ruedas amarillas con divisiones en rojo, correspondientes a los 7 centros energéticos del ser humano o chakras (chakra significa rueda). Además de ello, en el cuello lleva el nombre sagrado de Dios, Jehová (yud-heh-vav-heh: יהוה) haciendo énfasis en el carácter divino de la jornada del Loco. En su pecho, una llama y en su hombro, una luna plateada y un sol dorado: la primera, la energía ígnea y la segunda, la unión de los opuestos. Finalmente, casi imperceptible, una shin (ש) en una de las ruedas conectando esta carta con la carta El Juicio, clave 20. Shin (ש) significa dientes, inicio del proceso de digestión, letra de fuego, de energía espiritual que conlleva a la manifestación y uno de los puntos cardinales centrales en el cubo del espacio, asi como la propia aleph, elemento aire.
El perro simboliza el intelecto, fiel compañero, aunque también me gusta pensar que es el «subconsciente domesticado» que, según la PNL (programación neuro-lingüística) solo entiende afirmaciones, nunca la palabra «no» y que toma todo al pie de la letra. Las montañas al fondo simbolizan el camino que luego ha de enfrentar el loco (en la Clave 9, El Hermitaño, ya estaríamos en el tope de una de ellas; en otras cartas aparecen una y otra vez como la meta a ser alcanzada: el auto-conocimiento).